El Ibex 35 se unió ayer al CAC 40 parisino y al DAX de Fráncfort y se metió en terreno positivo en el 2009 gracias a los resultados empresariales y al dato de empleo en Estados Unidos. El indicador cerró la sesión en los 9.229 puntos, con el 1,01% al alza, después de abrir en negativo y sestear en terreno de nadie entre los rumores sobre la necesidad de capitalización de Citigroup y Bank of America y los buenos resultados trimestrales de BNP Paribas, BMW, Gas Natural y Totalfina.

En la parte macroeconómica, los datos del ISM (índice de gestores de compra) de la eurozona se contrajeron a su menor ritmo desde octubre, y persiste la debilidad las ventas minoristas de la región. España registró el enésimo desplome de la producción industrial.

Por otro lado, siguen la dudas sobre las pruebas de estrés realizadas a los bancos estadounidenses, cuyo resultado se conocerá hoy. Los analistas de Citigroup calcularon ayer que los bancos examinados necesitarán 75.000 millones de dólares de capital. A ello se sumó la incertidumbre sobre el mensaje del BCE y del Banco de Inglaterra, tras una posible bajada de tipos por parte del primero en la reunión del consejo de gobierno que se celebrará hoy.

Por lo que se refiere al mercado español, el Ibex terminó por avanzar con el impulso de Gas Natural (+4,23%) en la parte alta tras convencer a los inversores con la presentación de sus cuentas. La banca fue un día más la protagonista de la jornada. El Santander y el BBVA mantuvieron el buen tono y subieron el 0,42% y el 1,4%, respectivamente. Entre el resto de grandes, Telefónica mejoró el 1,62% e Iberdrola, el 1,16%. Fue una nueva sesión de abultado volumen, 6.400 millones de euros de contratación, lo que da una idea de que el dinero vuelve a la bolsa.

En el continuo, Adolfo Domínguez, con un alza de casi el 10%, lideró las ganancias contagiado por los comentarios del presidente de Mango, que mejoró las expectativas de ventas del grupo.