Los ministros de Energía de los 27 países miembros de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo sobre la separación de los grandes grupos energéticos que permitirá a Francia y Alemania mantener la estructura vertical de EDF y E.ON a condición de garantizar una gestión independiente de la generación y distribución de gas y electricidad. El pacto de los 27 incluye una cláusula de revisión referida a los efectos que podrá tener la medida sobre las compañías de la competencia.

El acuerdo también contiene un mecanismo para restringir la entrada de empresas energéticas extranjeras en la Unión Europea. El acuerdo deberá aún limarse a nivel técnico y obtener el respaldo de la Eurocámara, que se pronunciará entre este mes de junio y julio. La propuesta inicial de Bruselas, que tenía el apoyo de España, abogaba por separar la propiedad de las actividades de generación y distribución. La férrea oposición franco-alemana logró ayer imponer su criterio. El objetivo final del texto es garantizar el acceso igualitario de las empresas a la red y aumentar el nivel de competencia en el mercado de la Unión Europea.