Unos 3.000 trabajadores de Nissan, según la Guardia Urbana, se han manifestado hoy por el centro de Barcelona para expresar, una vez más, su rechazo al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la compañía y exigir a la Generalitat que desapruebe este recorte de plantilla.

La marcha ha arrancado sobre las 18.00 horas de la plaza de Urquinaona y ha transcurrido sin incidentes por la Vía Laietana y la calle Jaume I hasta la plaza de Sant Jaume, a las puertas del Palau de la Generalitat.

Los representantes de los trabajadores han criticado la decisión de la empresa de despedir a 1.680 empleados en el plazo de un año y le han exigido un plan industrial que garantice el futuro de las plantas de Nissan en Barcelona.

El presidente del comité de empresa, Javier Donate, ha anunciado que la plantilla celebrará el próximo lunes una asamblea general en El Prat de Llobregat (Barcelona) para decidir un nuevo calendario de movilizaciones contra el ERE.

"El gobierno (catalán) tiene la obligación de evitar que los empresarios nos echen a la calle como si fuésemos perros. Hemos vuelto a salir hoy a la calle y vamos a seguir haciéndolo los días que hagan falta. No nos vamos a cansar", ha gritado Donate.

Precisamente, el presidente catalán, José Montilla, ha afirmado hoy que aprovechará su viaje a Japón, a principios de diciembre, para plantear a la dirección internacional de Nissan que el ERE presentado en Cataluña "no debe tener el contenido" del actual, que propone "una rescisión muy drástica de contratos".

"Reiteraremos que somos conscientes de la caída de la demanda, de que la legislación prevé unos mecanismos para que las empresas se puedan acoger cuando se dan circunstancias de estas características, pero que en cualquier caso el ERE no ha de tener el contenido que en estos momentos tiene encima de la mesa, y que pasa por una rescisión muy drástica de contratos, tiene que ser más flexible e ir acompañado de medidas sociales y de un proyecto industrial", ha dicho Montilla.