Más de 30.000 personas pasaron ayer por la Feria Nacional del Queso de Trujillo. El puente del 1 de mayo animó a los turistas, especialmente a los madrileños, que en ocasiones a causa de la caravana tardaron hasta cuatro horas en llegar a Trujillo. Pero la recompensa, las 300 variedades queseras artesanas para probar, merecían la pena. Durante las horas centrales del día, la plaza Mayor llegó a reunir hasta 20.000 personas, según indica la organización de la feria, lo que significa un gran éxito para la edición de este año.

El buen tiempo acompañó a los amantes del queso y del vino, una gran mayoría extremeños en la emigración o segunda generación que acuden en busca de los sabores de sus raíces. También, aunque en menor grupo, acuden viajeros portugueses --hay tres queserías lusas-- e ingleses.

Fernando Acero, presidente del comité ejecutivo de la feria, mostró ayer su satisfacción con los resultados obtenidos y asegura: "se han alcanzado las expectativas iniciales en visitantes y número de degustaciones". Para Acero esto es una muestra de que la Feria del Queso de Trujillo se ha convertido en un referente nacional y europeo para el sector quesero"

Lo cierto es que los 114 estands que conforman la feria no dejaron ayer de recibir visitantes que, bien querían disfrutar de las degustaciones a 50 céntimos, o bien se decidían a comprar alguna pieza de queso.

Ayer, además, se dio un fenómeno nunca visto en la plaza Mayor de Trujillo. La cola de la venta de tickets de un extremo de la plaza se llegó a

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