Más de la mitad de los jóvenes españoles (53%) entre 16 y 29 años cree que tendrá que salir fuera de España para encontrar un trabajo en los dos próximos años, según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud entre 2.013 jóvenes. La emigración se ve no solo como una posibilidad para conseguir un puesto cualificado o ampliar estudios, sino también como una "condena" para encontrar un empleo con una formación media.

Con una tasa de paro del 35,7% en edades comprendidas entre los 20 y los 29 años, los jóvenes son uno de los colectivos que más han sufrido los efectos de la crisis económica, de la que han salido con precariedad y salarios bajos. La prolongación de esta situación provoca que casi la mitad de los encuestados (45%) considere que tendrá menos oportunidades laborales que sus padres.

Los datos arrojan una visión negativa del futuro laboral de la población juvenil, ya que el 74% califica de "bastante" o "muy probable" tener que trabajar en lo que sea y un 67% piensa que dependerá económicamente de sus progenitores.

La mayoría de los jóvenes (54%) confía en su formación como la mejor vía para encontrar trabajo, aunque varía según el nivel de estudios: el 76,6% de los alumnos de Formación Profesional piensa que sus estudios son "muy" o "bastante" idóneos para prepararse para el mundo laboral, mientras que entre los universitarios desciende hasta el 62,2%.

Los encuestados tienen una opinión negativa de los que hacen los poderes públicos por paliar su situación. El 80% asegura que las diferentes Administraciones "no hacen nada", "hacen poco" o actúan de manera "insuficiente" para favorecer el empleo.

El estudio revela falta de información sobre las ayudas y los programas públicos de formación para el empleo, puesto que el 53% la califica de "escasa", mientras que el 21,4% dice no tener ninguna.