El divorcio más esperado en el sector empresarial español se ha consumado. Endesa, la eléctrica con más clientes en el país, es ya de facto una empresa italiana y semipública. Enel, cuyo capital está controlado en el 31,2% por el Estado transalpino, firmó ayer con Acciona la compra del 25% que posee este grupo en Endesa, con lo que pasará a poseer el 92% del accionariado.

El montante total de la transacción --cuyo precio quedó prefijado en un acuerdo-- asciende a 11.100 millones, parte en metálico y parte en activos renovables. Equivale a casi el doble que el precio al que cerraron ayer las acciones de la eléctrica.

La operación culmina el desembarco del capital extranjero en el mercado energético español iniciado hace una década. Hace ocho años, España tenía seis grandes empresas energéticas. Pero cuando se cierre la venta, dentro de tres o cuatro meses, el sector tendrá solo dos grandes empresas españolas (Iberdrola y la resultante de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa), más una portuguesa (HC es propiedad de EDP), una alemana (Viesgo pertenece a E.ON) y otra italiana (Endesa).

Acciona ganará peso como generador de electricidad y puede llegar a situarse en el cuarto puesto, por detrás de Gas Natural-Unión Fenosa, a la que superan Endesa e Iberdrola, y por encima de HC.

La operación también supone, salvo sorpresas, el fin del largo culebrón en el que vive inmersa Endesa desde la fracasada opa de Gas Natural en el 2005. Al contrario que con la contraoferta de E.ON, que trabó de mil maneras, al igual que el PP hizo con la opa de Gas Natural, el Gobierno no pondrá obstáculos a la italianización de Endesa. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que el Ejecutivo será "neutral".

RELACION TEMPESTUOSA La toma de control de Endesa por la alianza de Enel y Acciona fue recibida por el Gobierno como la "solución española" a la guerra por la eléctrica. Pero las relaciones entre los dos socios han sido tempestuosas desde que culminaron la operación, en octubre del 2007. La raíz del problema es que Acciona, con una participación inferior (25%), tenía tanto o más poder que Enel.

Para acabar con el bloqueo de la eléctrica, Enel va a pagar en un primer momento 9.600 millones en efectivo a Acciona, que además recibirá 1.500 millones por el dividendo de Endesa. En una segunda fase, el grupo de Entrecanales comprará 2.105 megavatios en activos eólicos (1.417 MW) e hidráulicos (688 MW) en España y Portugal, por los que pagará 2.900 millones.

Acciona obtendrá 1.825 millones en plusvalías y reducirá su deuda de 17.542 millones a 3.033 millones (ya no consolida la de Endesa y se libra de los préstamos que suscribió para comprar su participación). Enel recibirá 4.150 millones por el dividendo y ya ha suscrito un préstamo por 8.000 millones para financiar la operación.