Las acciones de Vueling cayeron ayer hasta un 30,37% en el mercado continuo tras la publicación de sus resultados semestrales, que rebajan la previsión de facturación para este año de 400 a 370 millones y quintuplican sus pérdidas. El valor de la aerolínea está en descenso desde la salida del fondo de inversión Apax de su capital, el pasado abril, y se cerró ayer a 15,80 euros por acción, muy lejos de los 40 euros con los que salió a bolsa el pasado 1 de diciembre y de los 46 que llegó a alcanzar de máximo.

El consejero delegado, Carlos Muñoz, calificó los resultados trimestrales de "un tanto decepcionantes" y los justificó por los "precios ultracompetitivos" dada la presión de otras compañías y el "incremento del precio del combustible", además del aumento de gastos como la publicidad, y la expansión internacional. A favor, el ejecutivo señaló el aumento de pasajeros en Madrid, Sevilla y Barcelona, y de ocupación de los aviones, que está en el 69,6%, lo que supone 2,5 puntos más que hace un año.

La presión de la competencia ha llevado a la compañía a reducir su tarifa media en un 23,4% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, según sus datos. La aerolínea asegura que esto se ha visto "parcialmente compensado" con una mayor tasa de ocupación y con los ingresos complementarios por pasajero gracias a "la ampliación de productos y servicios complementarios", como la Visa Vueling y la selección de asiento XL, así como la continuación de la expansión internacional.

MEDIDAS DE CHOQUE Ante estos resultados, la compañía --cuyo accionista mayoritario es la familia Lara a través de su sociedad Hemisferio-- propone en su informe a los accionistas mejorar la rentabilidad por pasajero, "atraer al pasajero de negocios" con un programa específico, y reducir la incorporación de aviones, que pasan de los 62 previstos a 55.