El papa Francisco ha solicitado que se instruya un juicio canónico contra un profesor y el colegio vizcaíno de Gaztelueta, perteneciente al Opus Dei, por presuntos abusos sexuales a un alumno de 12 años, cometidos hace ocho años. La familia ha esperado a que la víctima sea mayor de edad para presentar una querella criminal en un juzgado de Getxo, a la que han adjuntado una carta manuscrita que les remitió el Pontífice en la que les transmite su apoyo y admite que «es muy dura la cruz» que suponen unos hechos como los denunciados, por lo que pide «al Señor» que les ayude «a llevarla».

La respuesta del Papa llegó en diciembre del 2014, después de que la familia del joven le reclamara ayuda. En el texto, Francisco les anuncia que envía «la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe», con el fin de depurar las posibles responsabilidades del profesor y del centro, «pero sin molestar al chico»,

El caso saltó a la luz pública en enero del 2013, cuando el padre de la víctima desveló los abusos que habría sufrido el menor, que está aún bajo tratamiento psiquiátrico, durante los cursos 2008-2009 y 2009-2010. El progenitor afirmó entonces que el centro negó cualquier irregularidad para «tapar la mala imagen» que generaría. Esta versión ha sido apoyada por la presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar (ACAE), Encarna García, quien denunció ayer haber recibido «amenazas y presiones por parte de miembros del Opus Dei» por haber respaldado a la familia del menor.

Los presuntos abusos comenzaron cuando el niño tenía 12 años y cursaba primero de ESO. Además de tocamientos, el maestro habría promovido que el menor fuera objeto de burlas y acoso escolar por parte de sus compañeros, cuando hasta entonces sus resultados académicos y su integración habían sido buenos.

Sin embargo, los familiares no percibieron que algo ocurría hasta la primavera del 2011, cuando el menor se negó a ir al colegio, pero decidieron no denunciar los hechos entonces ante el delicado estado psíquico del chico. Las declaraciones del padre bastaron para que la Fiscalía Superior del País Vasco incoara diligencias de investigación, pero se archivaron por falta de pruebas.

EL COLEGIO PIDE PRUDENCIA

El colegio Gaztelueta, a través de su web, remarcaba ayer que el profesor ya no imparte clases en el centro y expresaba que si los hechos denunciados se revelaran ciertos «merecerían una condena total». Sin embargo, la nota recordaba que la investigación judicial no halló indicios que confirmaran la denuncia, por lo que reclama prudencia y respeto a la presunción de inocencia del antiguo profesor acusado. De igual forma, recordó que el presunto responsable de los abusos «ha colaborado con las autoridades» y desea defenderse ante los tribunales «de unos hechos que considera completamente falsos».

El Obispado de Bilbao quiso marcar distancias con la polémica y expresó, a través de un comunicado, que el centro «pertenece jurídica y canónicamente a la prelatura del Opus Dei», por lo que queda fuera de la jurisdicción del obispo.