De 5.000 a 7.000 millones de euros, a razón de hasta 700 millones anuales, hasta el 2020 son las inversiones que la industria estima necesarias para que los vehículos eléctricos puedan funcionar sin problemas en España. Esto abarca desde las redes públicas de recarga hasta los puntos en domicilios. Esta ingente tarea implica a un gran número de sectores que trabajan en sistemas y modelos de negocio, desde eléctricas como Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa hasta fabricantes de material eléctrico como Schneider Electric y Circutor; Acciona, la petrolera Repsol y Cepsa y Telefónica. Por cada vehículo se requieren como mínimo un punto en el hogar y otros dos o tres públicos. El Ministerio de Industria espera que en el 2014 circulen 250.000 de estos coches por España, además de otros 750.000 híbridos, que combinan el carburante fósil y la electricidad.

El programa Movele, que gestiona el IDAE, de Industria, proyecta que haya 2.000 vehículos eléctricos en la calle a finales de este año y 546 puntos de suministro entre Barcelona, Madrid y Sevilla. La estrategia integral entre el sector privado y el público, liderada por el Ejecutivo, calcula que en cuatro años puede haber 62.000 puntos en domicilios y 263.000 en parkings de flotas. En cuatro años puede haber 160 electrolineras de carga rápida.

ENCHUFES ESTANDARES Una de las cuestiones esenciales es la de los estándares, como sucedió en la informática antes de la aparición del conector universal (USB). "No existe en la actualidad un enchufe de ese tipo" ni tampoco en los postes de recarga rápida, explica Joan Pallissé, de Circutor, pionera en los sistemas de recarga. Esta firma emplea un enchufe de 16 amperios, el habitual en los domicilios particulares, y con capacidad para unos 3,7 kilovatios (KW) para recarga lenta en los hogares, y tiene modelos de exterior que funcionan con tarjeta de prepago.

La francesa Schneider utiliza enchufes de 10 amperios, según Manolo Moliner, responsable de Power de la empresa. A su vez, tiene soluciones de recarga pública ideadas con Toyota y la compañía eléctrica francesa EDF, que ya están en periodo de pruebas en Francia.

Endesa, por su parte, apuesta por "un estándar que no sea el normal" para aumentar la seguridad en los hogares, explica Jorge Sánchez, subdirector de Innovación de la eléctrica. Esta firma y su accionista mayoritario, la italiana Enel, se integraron en la asociación CHAdeMO para servicios de carga rápida, con Toyota y Nissan, entre otras multinacionales. También ha iniciado un plan piloto con la instalación de puntos de recarga en cabinas de Telefónica que podrán usarse con tarjetas de prepago del Ayuntamiento de Madrid. En paralelo tiene firmado un acuerdo con Cepsa para poner y probar distintos modelos de postes de recarga en su red de gasolineras.

Gas Natural, por ejemplo, ha destinado más de siete millones de euros a participar en distintos proyectos como Domocell para desarrollar sistemas de gestión avanzada de recarga para garajes. También participa en el plan Movele, así como en la estrategia liderada por Industria, del mismo modo que otras empresas.