La aerolínea austríaca Niki no volverá a despegar. Después de que el miércoles la compañía de vuelos baratos fundada por el excampeón de Fórmula Niki Lauda y filial de Air Berlin se declarase insolvente, ayer se confirmó su hundimiento con la cancelación inmediata de todos sus vuelos y operaciones. El cierre llega después de que ayer la Comisión Europea vetase el intento de compra por parte de la alemana Lufthansa, la más grande de Europa, por miedo a un monopolio que, según aseguraron, pondría «en claro riesgo una competencia efectiva».

Como explicó su director gerente, Oliver Lackmann, al diario austríaco Der Standard, el cese de la actividad de la aerolínea supondrá el despido de entre 800 y 1.000 trabajadores de la empresa justo antes de Navidad, algo de lo que culpa a Bruselas. La cancelación de los vuelos, efectiva desde ayer, también perjudicará a hasta 800.000 clientes que ya han comprado sus billetes, 10.000 de esos pasajeros quedarán varados en las próximas dos semanas. El número de vuelos afectados en España asciende a 316, la mayoría en Baleares y Canarias. El gobierno ya ha asegurado que prefinanciarán los vuelos de aquellos que tenían que regresar a Austria.