El ansiado modelo alemán de reducción de jornada ligado a la formación ya se está probando en España. Una fórmula similar que vincula los expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales con cursos de reciclaje ha cosechado hasta ahora unos pobres resultados en el País Vasco y en Seat, que se han convertido en dos pruebas piloto. La mayoría de los trabajadores afectados por la suspensión temporal de empleo prefieren disfrutar del tiempo libre en lugar de apuntarse a cursos de formación, que les permitirían cobrar hasta el 100% del sueldo o un plus de 800 euros.

En Seat, solo 110 empleados de un total de unos 1.800 que han estado un máximo de dos meses sin trabajar desde septiembre pasado se han inscrito a alguno de los cursos que puso a su disposición la compañía. El aliciente de percibir el 100% del sueldo --entre la prestación de paro y un complemento de la empresa-- en lugar del 80% de media no ha sido suficiente. La escasa respuesta de la plantilla ha dejado descolocados a los sindicatos y al propio presidente de Seat, James Muir, que defiende el compromiso como uno de los valores para los 13.000 trabajadores de la compañía.

CONDICIONES MAS ATRACTIVAS En el País Vasco, el plus de 600 euros que ofrecía el Gobierno autonómico a los afectados por un ERE temporal que aceptaran formarse convenció solo a 394 empleados sobre una cifra de beneficiarios potenciales de unos 42.000. En ambos casos, se han hecho modificaciones para hacer más atractiva la formación.

Para los trabajadores de Seat con jornada reducida, la dirección ofrecerá, a partir del 2010, cursos de cuatro horas diarias, y se les pagará el desplazamiento.

El Gobierno vasco, por su parte, aumentó de 600 euros a 800 la compensación por asistir a los cursos, redujo la duración mínima de 20 horas a seis y permitió la inscripción de los trabajadores al margen de las empresas.