En una sesión que ya venía torcida por las últimas noticias sobre Dubái y Grecia, el Ibex 35 sufrió un inesperado golpe con el descenso de la calificación crediticia por parte de Standard & Poor´s para la deuda española. La agencia, como el martes hizo Fitch con Grecia, cambió la nota desde estable a negativa , aunque confirmó el rating AA+ de la economía española. Esta noticia bastó para que el Ibex 35 se dejara el 2,27%, hasta los 11.541,2 puntos --nivel en el que no se situaba desde el pasado 6 de noviembre--, aunque durante la sesión llegó a perder más de dos puntos y medio y tocó mínimos en los 11.497 puntos.

La apertura de los mercados europeos ya fue ligeramente baja después de las revisiones de la calificación de Grecia y la bajada del PIB del tercer trimestre en Japón, que se unían a los temores sobre la salud financiera y el posible impacto global de los impagos del fondo soberano de Dubái. El sesgo mejoró levemente tras conocerse los datos de la balanza comercial de Alemania, que el pasado octubre registró un saldo favorable de 13.600 millones de euros, por encima de las estimaciones del mercado y del dato del mes anterior. Así, Londres bajó el 0,37%; París, el 0,74%; Fráncfort, el 0,72%, y Milán, el 0,75%.

Por la tarde, Wall Street abrió también a la baja, pero un buen dato de inventarios mayoristas y uno mejor de inventarios semanales de petróleo, gasolina y refinados hicieron cambiar su signo a positivo y permitieron maquillar un poco los cierres de todas las plazas europeas.

En el selectivo español, sin embargo, se impuso el color rojo en los paneles de contratación. Los únicos valores que terminaron en positivo fueron Telecinco, que ganó alrededor del 3,5%, y Arcelor Mittal, con cerca del 1%. En el terreno negativo, Ferrovial, Sacyr y Banesto superaron los cuatro puntos porcentuales de caída, y tanto el BBVA como el Santander, Banesto y Gamesa, se dejaron más de un 3% en la sesión.