El cierre de la aerolínea Air Madrid ha roto las ilusiones de miles de pasajeros, la mayoría de origen suramericano, que soñaban con viajar a sus países en Navidad para pasar las vacaciones con sus familiares.

Muchos de los afectados se dieron cita ayer en los aeropuertos de Barajas y de El Prat para conocer la situación real de la compañía y saber si finalmente podrán viajar a sus países o no.

El Ministerio de Fomento, después de suspender la licencia a la compañía por "falta de seguridad" de los aviones, se comprometió ayer a facilitar vuelos en "los casos de emergencia", es decir, los pasajeros que deban regresar a sus países y aquellos que viajen con niños o enfermos. De momento, ya han podido viajar unos 3.000 afectados, que han sido recolocados en otros vuelos.

"No se puede cargar a todos los españoles la irresponsabilidad de una compañía de dejar abandonados a sus pasajeros", señaló el director de Relaciones Institucionales y de Comunicación del ministerio de Fomento, José María Noguerol, para justificar el dispositivo del Gobierno.

En un comunicado, Air Madrid, aseguró anoche tener vendidos más de 300.000 billetes para los próximos días e instó a los afectados que hubiesen comprado los pasajes después del 1 de noviembre a que reclamen la devolución del importe ante la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, en sus siglas en inglés), ya que es esta entidad la que tiene retenido el dinero. La aerolínea acusó además al Gobierno de haber provocado la "asfixia económica" de la compañía aérea.