La carestía del euro perjudicó las exportaciones alemanas en el tercer trimestre, periodo en el que las importaciones subieron mucho más. La contribución negativa del sector exterior provocó que el PIB alemán aumentara sólo un 0,1%, por debajo de lo esperado.

Esa mala evolución responde a que las exportaciones cayeron un 1,1% con respecto al trimestre anterior, mientras las importaciones crecieron un 4,3%.

A pesar de estos datos, el banco central alemán, el Bundesbank, considera que las exportaciones siguen siendo competitivas y no expresa una preocupación mayor por la apreciación del euro. Parte de la base de que la competitividad de los productos alemanes aún es muy importante debido a la moderada evolución alcista de precios, así como al impulso de la economía mundial. G. C.