El año 2003 ha abierto una nueva etapa laboral en el Grupo Telefónica. La compañía tiene que abordar la reducción de las plantillas en las empresas que venderá antes del 2005, y debe afrontar una regulación de empleo en Telefónica de España que, aunque pactada, será complicada.

Tras unas pérdidas históricas de 5.576,8 millones de euros del 2002 (927.900 millones de pesetas), la primera multinacional española se enfrenta al posible fin de la paz laboral que se acordó con el expresidente de la compañía, Juan Villalonga.

La firma abordará un expediente de regulación de empleo inevitable, pero "siempre dialogando con los sindicatos", según reconoció su presidente, César Alierta, ante la junta de accionistas. En ningún momento usó el termino regulación de empleo.

Telefónica de España cuenta con 42.356 empleados. De éstos, poco más de 10.000 superan actualmente los 51 años. "Esta cifra cuadra con los datos que se han barajado de una regulación de 10.000 empleos, pero el ajuste siempre se ha hecho con bajas incentivadas o voluntarias, y respetando el mantenimiento del empleo y la residencia geográfica, un dato clave en una empresa de implantación nacional", explica Juan Olmos, responsable de telecomunicaciones de CCOO.

El número de empleados que en Telefónica de España tienen 49 años asciende a 13.500, por lo que en el 2005, ya con más de 51 años, podrán acogerse a una regulación de empleo.

Antes de firmar el acuerdo con Villalonga, se jubilaron 10.000 empleados en esas condiciones. "Cuando se habló de entre 10.000 y 15.000, Alierta y el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, matizaron que se les respetarían las condiciones" añade Olmos.

PLANTILLAS VENDIDAS

Lo que no está tan claro es el destino de las plantillas de las empresas que Telefónica venderá en los próximos dos años. Alierta se ha comprometido a que en el 2005 todas las líneas de negocio del Grupo Telefónica sean rentables. Lo cual significa que además de vender Vía Digital a Prisa o Antena 3 y Onda Cero a alguno de sus supuestos aspirantes (Planeta, Recoletos, Grupo Correo o RTL), otras compañías como TPI (antiguamente Páginas Amarillas) o Atento se venderán.

"No sabemos qué va a pasar con los empleados de las empresas que se vendan. Primero habrá que ver si es necesaria una regulación. Cada caso es distinto. Y esperar también a ver qué se puede vender", reconocen fuentes de Telefónica. Desde CCOO, los datos no son mejores. "Tiene más información la prensa que nosotros. --dice Olmos--. En Antena 3, en este momento no saben nada de su futuro. Lo primero es saber a quién se va a vender. Porque mucho dependerá de quién sea el comprador". Olmos advierte de que no es lo mismo el caso de Vía Digital, --"ahí preocupa más el negocio del futuro que lo que Prisa vaya a hacer con la plantilla"-- que Antena 3, cuyo futuro dependerá, en buena parte, de la solidez financiera del comprador.