El sector de la alimentación es de los que mejor capeó la crisis, en especial porque el gasto en gran consumo (sobre todo comida en el súper) es de las partidas que las familias menos pueden recortar. Las marcas se adaptaron a los nuevos tiempos ralentizando el número de lanzamientos, pero con la salida de la crisis y la recuperación del consumo la industria ha pisado el acelerador: se innova más, se lanzan más productos y se busca, sobre todo, captar a los nuevos consumidores.

El sector del gran consumo aceleró su crecimiento en el 2017: creció el 3,7%, hasta un valor total de 79.800 millones de euros, según la consultora Nielsen. Este crecimiento se produjo «en un entorno de inflación moderada», lo que permitió a las empresas «invertir e innovar». De hecho, la aportación del precio al crecimiento se triplicó, pasando del 0,7% en el 2016 al 2,1% en el 2017 (es decir: se compró más caro). Y además tuvo mérito crecer un 1,5% en volumen (adquisición de más productos), mientras la población se mantiene estable. «Sin más estómagos que llenar, la innovación logró compensar», resume la consultora.

PRODUCTOS INNOVADORES / En el 2010, en España se lanzaron un total de 156 productos totalmente innovadores en la categoría de gran consumo. En plena crisis, en el 2011 esa cifra bajó a 151 artículos, y en el 2012, se situó en 148. En el 2013 cayó a 128, y en el 2014 marcó mínimos con 108 innovaciones, según datos de la consultora Kantar Worldpanel. En el 2015, en cambio, la tendencia cambió, al producirse 118 innovaciones, mientras que el 2016 cerró con 131 lanzamientos, lo que representa un aumento del 11% en un solo año. La actividad innovadora, pues, «queda lejos de los niveles precrisis», afirma la consultora, y ya crece de nuevo.

El progreso del sector se nota también en el número de lanzamientos de productos (pueden ser innovaciones o no). Según Alimarket, a partir de su base de datos, en el 2017 la industria alimentaria lanzó 612 productos nuevos, lo que supone un aumento del 12,9% respecto del ejercicio previo. Según la misma publicación, en el 2016 se lanzaron 542 productos, y en el 2015, 506 artículos. En el 2013 y el 2014, los lanzamientos fueron 434 y 431, respectivamente.

La industria, pues, recupera el pulso. Y lo hace para adaptarse a los nuevos hábitos y a las demandas de los nuevos consumidores: según Kantar, la crisis ha elevado el consumo de marcas blancas (y al contrario de lo que se pensaba, con la recuperación del consumo esta no pierde cuota), ha disparado la venta de frescos en los súper e híper y multiplicado la de comida preparada, que sube el 21% entre el 2014 y el 2017, mientras que cada vez se dedica menos tiempo a cocinar. Pese a ello, crece la preocupación de los ciudadanos por mantener una alimentación saludable (aumenta la venta de productos ecológicos y de proximidad).

EL CANAL ‘ON LINE’ / El envejecimiento de la población será otra de las claves que marcarán el consumo alimentario en el futuro, ya que las personas mayores tienen una mayor necesidad de cuidarse y, en consecuencia, apuestan por los productos frescos, las hortalizas y el pescado más que los jóvenes. Además, según la misma consultora, otra de las tendencias es el crecimiento del canal internet para hacer la compra: mientras el canal híper y súper cae lentamente en Europa, el on line ha crecido casi el 50% entre el 2014 al 2016. Eso sí, apenas representa el 4,5% de la facturación en Europa (solo el 1,9% en España).

Pero que se lancen más de 600 artículos de gran consumo todos los ejercicios no significa que las estanterías de los súper se renueven completamente: la mortalidad de las innovaciones (nuevos productos que acaban desapareciendo de los lineales) es del 55%, según un estudio de Promarca, que culpa a la «falta de referenciación de la innovación en algunas cadenas y, como consecuencia, la poca accesibilidad de los consumidores» a estos productos provoca su fracaso, entre otras razones (como que no gusten a los ciudadanos).