Ni 53 céntimos por acción como se cotizaba el viernes; ni 30 como se había anunciado hace meses, ni 20: menos de 10 céntimos. Esa cantidad, que valora la compañía en solo 140 millones de euros, es la que propone pagar Air France-KLM y la que el consejo de Alitalia aceptó en la madrugada de ayer tras 15 horas de reunión. La oferta incluye, además, condiciones drásticas que deben ser aceptadas por los sindicatos y el Gobierno que salga de las urnas en las elecciones de abril.

De prosperar el proyecto, los compradores se quedarían con el 100% del capital de la compañía italiana, puesta en venta por el Gobierno progresista de Romano Prodi. En el 2007, la compañía acusó unas pérdidas brutas de 364 millones de euros, pese a haber recibido 4.580 millones del Estado entre 1998 y el 2005. Ahora pierde un millón de euros diarios. La operación se realizaría mediante un intercambio de acciones y garantía sobre las obligaciones, que resume el descalabro: 160 acciones de Alitalia por cada una del comprador. Además, Air France-KLM impone condiciones drásticas, que los sindicatos rechazan. Alitalia, los compradores y el Ministerio de Economía, que posee el 49,9% del capital, se reunirán mañana para discutir la propuesta.

La firma seguirá siendo italiana, pero deberá prescindir de 1.600 empleados del sector de vuelo, que cuenta con 10.000. Entre las condiciones a cumplir antes del 31 de este mes, figura la de que el Gobierno inyecte en Alitalia un crédito para sobrevivir hasta el aumento de capital que garantizará Air France-KLM (1.000 millones de euros) con el que se hará la operación y se devolverá el crédito.