El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, sacó ayer a relucir la inusual y temida palabra, acuñada por el británico Iain Mcleod, estanflación para alertar del proceso de altos precios y bajo crecimiento que podría originarse en Europa.

No obstante, Almunia aún opina que, pese a las tensiones, la inflación en la zona euro se quedará en el 2008 en el 2,1%, apenas una décima por encima del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), siempre que los precios del petróleo no se descontrolen.

No es tan optimista respecto a los diferenciales de inflación de países como España y que señalan que algunos ajustes internos no "están funcionando como deberían".