España está entre los seis países de la Unión Europea cuyas cuentas sufrirán un mayor deterioro por efecto del envejecimiento de la población. Pero, a su favor, también es de los que sufrirá más tarde el deterioro de las pensiones, entre el 2020 y el 2030, y eso, según el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, es una ventaja que debe aprovecharse para hacer reformas. Si se hacen con tiempo, dijo Almunia, serán "prácticamente indoloras", sin necesidad de "ningún drama", aprovechando el consenso político del Pacto de Toledo.

La "clave" --insistió-- es hacer las reformas cuanto antes, porque de lo contrario "será más penoso y costará más". Así se explicó ayer el comisario en el Congreso de los Diputados, ante la comisión del Pacto de Toledo. El foro en el que hace dos semanas compareció el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, y levantó una extraordinaria polémica al afirmar que el superávit de la Seguridad Social "podría desaparecer dentro de un año" y que era "absurdo" negar "un problema de sostenibilidad".

Todos los portavoces políticos coincidieron ayer en la necesidad de reformas. La socialista Isabel López Chamosa subrayó que la salud de las cuentas y el fondo de reserva de las pensiones permiten afrontar las reformas "sin crear alarma" sobre el futuro de las prestaciones.

TASA DE DEPENDENCIA Almunia adelantó algunos de los datos de un informe que hoy prevé publicar la Comisión Europea sobre el impacto del envejecimiento de la población en las cuentas de los diferentes países. Para España, a partir de los datos proporcionados por el Gobierno, se llega a la conclusión de que el gasto en pensiones, que representó el 8,4% del producto interior bruto (PIB) en el 2007, será 6,7 puntos superior en el 2060, hasta el 15,1% del PIB. En este periodo, la media de la zona euro pasará del 10,2% al 12,6% del PIB (solo 2,4 puntos más).

Lo peor es que la tasa de dependencia se duplicará entre el 2008 y el 2060. Si ahora hay cuatro personas en activo por cada una que supera los 65 años, en el 2050 habrá dos cotizantes por cada pensionista. Según Almunia, autor de la primera gran reforma del sistema de pensiones en 1985, cuando era ministro de Trabajo con Felipe González, España empezará a tener "problemas" con el gasto en pensiones entre el 2020 y el 2030.

El informe de la Comisión evalúa el impacto del envejecimiento de la población en el gasto presupuestario (pensiones, sanidad, dependencia, paro y educación). En España, las partidas pasarán del 19,3% del PIB del 2007 al 28,3% en el 2060 (9 puntos más). En la eurozona subirá 4,8 puntos, al 28,3% del PIB.