La compañía española de transporte de viajeros por carretera ALSA y la británica National Express reconocieron ayer que negocian una fusión que dará lugar al primer operador europeo del sector con una importante presencia internacional que abarca desde China a América Latina. El grupo británico, de mayor tamaño que el español, pagaría 387 millones de euros por ALSA, según fuentes financieras londinenses.

El mayor operador británico de autobuses y ferrocarriles, con sede en Birmingham, reconoció ayer que las conversaciones con la familia asturiana Cosmen, propietaria de ALSA, están en marcha, si bien indicaron que no pueden asegurar "que la transacción se vaya a completar".

COMPRA DESMENTIDA La compañía asturiana confirmó que mantiene negociaciones con National Express para llegar a un acuerdo de fusión. Sin embargo, fuentes de ALSA desmintieron algunas primeras informaciones originadas en la city londinense sobre la posibilidad de que National Express fuera a comprar la empresa española.

ALSA niega que entre sus objetivos esté encontrar con urgencia un socio extranjero y afirma que, en ningún caso, la intención es la de vender. La empresa asegura que lleva tiempo recibiendo ofertas de intermediarios, operadores del sector y bancos de negocios. Para la compañía, ésta sería una operación más a analizar, dentro de otras que se han discutido, y de la que no se sabe cuál será el resultado.

Pese al empeño de negar que se trate de una compra, el desequilibrio entre ambas empresas es muy grande. National Express facturó 3.352 millones de euros el año pasado, y ALSA, 400.

En el caso de que fructificaran las negociaciones y de que se integrasen ambos negocios, el objetivo de ALSA sería consolidar su posición de liderazgo en los distintos mercados nacionales y extranjeros y diseñar una estrategia de crecimiento.

National Express tiene una gran experiencia en el ámbito ferroviario, por lo que una fusión con ALSA permitiría a la empresa resultante entrar a competir en ese negocio en España y ampliar los servicios que ya ofrece la española. En cambio, ALSA es fuerte en líneas de autobuses.

GRAN AMBICION Los responsables de National Express tienen grandes ambiciones y no lo ocultan. Los directivos de la empresa han encargado el diseño para la construcción de una gran estación internacional de autobuses en Birmingham. El proyecto tiene un presupuesto estimado de 10 millones de euros y deberá estar concluido para el 2007.

La portavoz del Ejecutivo asturiano, Ana Rosa Migoya, garantizó ayer que la operación no supondrá la venta de la compañía, creada en 1923. Las negociaciones tienen como objetivo, añadió, llegar a un acuerdo de integración, que daría lugar a la mayor empresa europea de transporte de viajeros.