Las fusiones no son el único mecanismo que poseen las cajas para reforzar su solvencia. La emisión de cuotas participativas, acciones con derechos económicos pero no políticos, cada vez cobra más fuerza como alternativa. Esta posibilidad "reforzaría su solvencia y permitiría someter la gestión al escrutinio del mercado", sostiene Angel Berges, consejero delegado de AFI. Una segunda posibilidad sería la de explorar "mecanismos de cooperación", como las alianzas o el desarrollo de productos conjuntos, que les hagan más fuertes sin perder su identidad, explica Berges.

El problema es que las actuales turbulencias hacen poco aconsejable cualquier tipo de emisión. La Caja del Mediterráneo ha sido la primera en aprobar la creación de cuotas, pero su consejo se ha dado un plazo de tres años para ponerlas en marcha, el máximo legal permitido. Juan Ramón Quintás, presidente de la confederación de cajas de ahorro (CECA), tampoco considera que ahora sea "el mejor momento" para lanzar al mercado un nuevo activo. Berges no comparte este punto de vista. "Nadie tiene claro que, en el futuro, el mercado vaya a estar mejor", aseguró.