El anuncio de televisión con el que General Motors (GM) anticipa el lanzamiento de su primer coche eléctrico concluye con el lema de "una revolución americana". En un prado al pie de una cordillera se muestra la aparición de las primeras gasolineras y su evolución hasta la desaparición en el futuro.

Es una metáfora de los 100 años que acaba de cumplir GM y del giro que supondrá la fabricación en serie y el lanzamiento comercial del modelo Volt en el 2011. El gigante de la automoción, sumido en una profunda crisis, intenta ahora recuperar el número uno mundial que le ha arrebatado Toyota, que cuenta con modelos híbridos desde hace 10 años. La crisis y los elevados precios de los carburantes han espoleado a GM y al resto de la industria automovilística a competir en la carrera de las energías alternativas, centrada en la electricidad y el hidrógeno. El Volt es "una señal clara de que GM tiene la intención de liderar la reinvención" del automóvil, aseguró Rick Wagoner, presidente de GM.

"Revelar la versión que se producirá del Chevrolet Volt es una gran manera de iniciar nuestro segundo siglo. El Volt es símbolo del fuerte compromiso de GM con el futuro, el tipo de innovación tecnológica que nuestro sector necesita para responder a los desafíos de hoy y mañana", añadió Wagoner. La producción del nuevo modelo insuflará aire fresco a la deprimida industria de Detroit, donde GM iniciará la fabricación del Volt en la planta de Hamtramck a finales del 2010. En Europa se comercializará una versión de la filial Opel.

La compañía estadounidense marcó distancias respecto a Toyota. "El Volt no es como los vehículos híbridos, que funcionan esencialmente con gasolina, es un verdadero coche eléctrico", afirmó el vicepresidente Robert Lutz. Para superar la autonomía media de unos 60 kilómetros que proporciona la batería, GM se ha inventado el sistema Vehículo Eléctrico de Autonomía Extendida (E-REV en sus siglas en inglés) basado en un generador de electricidad que emplea gasolina y etanol. Con este sistema, la autonomía se amplía a varios cientos de kilómetros, hasta la recarga de la batería en un máximo de tres horas. El Volt, con una velocidad punta de 160 kilómetros por hora y 150 caballos, competirá en el mismo segmento de berlinas que el Prius de la marca japonesa. Toyota hace gala de que ya ha vendido un millón de coches de su modelo híbrido (eléctrico y gasolina) en 10 años y que la nueva generación ha reducido todavía más las emisiones de gases.

A diferencia del Volt, el Prius no necesita ser enchufado. "Toyota ha sido más pragmática porque ha puesto los coches en la calle. En cambio, el modelo de General Motors plantea interrogantes", aseguró Jordi Brunat, profesor de Esade experto en automoción.

Uno de esos interrogantes es si la red eléctrica está preparada para una avalancha de coches eléctricos. "Seguramente, no --añadió Brunat--, por lo que las compañías generadoras tendrían que aumentar el suministro con nuevas centrales en las que probablemente se utilicen derivados del petróleo".

Para Brunat, el anuncio de GM "tiene mucho de márketing en una situación económica muy complicada. Resucita un proyecto antiguo en un mensaje dirigido a los accionistas y a los analistas".

Utilitarios caros

Otro interrogante es el mercado real de estos coches con motores alternativos a los de combustión. "Son coches que no son baratos y enfocados a compradores progres", indicó Brunat, aunque el alto precio de la gasolina y el gasóleo puede aumentar su atractivo. Más optimistas se muestra la Sociedad de Técnicos de Automoción, que prevé "una ruptura tecnológica sin precedentes" en el sector del automóvil debido al alza del petróleo y al aumento insostenible de la demanda.

Por ese motivo, los técnicos esperan un "rápido desarrollo de la tecnología híbrida", al pasar de un 2% de coches con energías renovables a un 20% en 10 años, según las conclusiones de un reciente encuentro centrado en este asunto.