La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, justificó ayer la polémica concesión de la nueva terminal de Barajas T-4 a la compañía Iberia por la "cuota de mercado" de cada una de las aerolíneas y "la capacidad" de las instalaciones adjudicadas.

Alvarez explicó que Iberia mueve actualmente en Barajas 22 millones de pasajeros al año y prevé llegar a los 28,5 en el 2010, con lo que lo "más racional" es que, junto a sus aliadas de Oneworld, ocupe la terminal cuya construcción se está ultimando y que tendrá una capacidad de 34 millones de pasajeros.

De haberse mantenido la decisión de los anteriores responsables de AENA, Iberia hubiera debido compartir la T-4 con Spanair y la alianza Star Aliance, a la que hubiera limitado "las posibilidades de expansión" de ambas, según la ministra. A esta última le corresponderá "en exclusiva" la T-1, lo que le permitirá un crecimiento del 33%, y a Air Europa, la T-2 y la T-3, con un horizonte de expansión del 45%.

La patronales del sector AECA y ACA advirtieron el miércoles que los "tribunales tendrán" que intervenir en el reparto "discriminatorio" de Barajas porque, a su juicio, "perpetúa la posición dominante" de Iberia.