Las subidas de impuestos del Gobierno alarman al sector alimentario y de la restauración. Asociaciones de fabricantes de alimentos y bebidas, hosteleros, distribución, estanqueros y cooperativas temen que el alza selectiva de algunas tasas diseñado por Rajoy y Montoro suponga un varapalo directo a sus cuentas de explotación. Las medidas fiscales previstas incluyen subidas de impuestos al alcohol y al tabaco, así como un nuevo gravamen para las bebidas carbonatadas.

La Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) ha manifestado en un comunicado su "total disconformidad" con el establecimiento de un impuesto a las bebidas azucaradas, por considerarlo "injusto y discriminatorio" y porque se gravará a un producto "por tener un ingrediente, pero no al ingrediente en sí". El argumento tiene lógica ya que no se ha previsto ningún gravamen especial al azúcar, a la bollería o a los zumos de frutas, por ejemplo.

La asociación Anfabra defiende en sus argumentos las razones colectivas contra la medida al considerar que una subida de impuestos como la planteada no solo gravará a las firmas que producen esos productos si no que "perjudicaría la recuperación del consumo", la competitividad de la industria, de la hostelería y del turismo.

Los fabricantes han añadido que los impuestos sobre alimentos y bebidas son "regresivos", afectan a las clases con menos recursos y "no son eficaces" para resolver problemas de salud, ni para cambiar hábitos.

La industria niega oficialmente las razones basadas en cuestiones de salud pero paralelamente expone su "compromiso" con la búsqueda de soluciones, tales como la reducción voluntaria del contenido en azúcar de las bebidas, que "ya ha alcanzado un 23% en los últimos 10 años".

La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) también ha mostrado sus temores ante el fantasma hecho realidad de la subida de impuestos para el sector, lo mismo que otras asociaciones de tipo multisectorial como Aecoc, que agrupa tanto a fabricantes como a distribuidores. El clamor de las empresas contra la subida de impuestos también ha llegado de la mano de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) y la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged). La cuestión es que una subida de impuestos para determinados productos en un contexto de fuerte competencia dificilmente podrá repercutirse en los precios de venta, por lo que todas las partes implicadas deberán asumir en sus cuentas de resultados la merma de ingresos. Por otra parte, en el argumentario del Gobierno figura también que los márgenes aplicados por la restauración y la distribución en este tipo de productos roza lo exagerado, con precios de venta al público que multiplican por varias veces el coste de adquisición.

Nueve organizaciones han suscrito un texto contrario a la subida por considerar que el impuesto "penaliza las economías domésticas y contrae la demanda, con el consecuente impacto sobre el empleo y la actividad empresarial". También ha apoyado el comunicado la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), Marcas de Restauración y Cooperativas Agroalimentarias de España. Los firmantes instan al Gobierno de Rajoy a abandonar la vía de la subida selectiva de impuestos y centrarse en la lucha contra el fraude fiscal.