La jubilación parcial con contrato de relevo, usada casi en exclusiva por las grandes empresas, se ha convertido en la estrella de las fórmulas para retirarse de una nueva clase de aristocracia obrera. El Gobierno teme que, a partir del 2010, 80.000 trabajadores al año usen este sistema si la negociación de la reforma de las pensiones no lo remedia. Los comités de las grandes empresas incluyen en sus convenios colectivos sistemas de jubilación parcial para los mayores de 60 años.

La fórmula, aprobada en la reforma acordada en el 2001 por el Gobierno del PP, la patronal y CCOO, tenía como objetivo el rejuvenecimiento de las plantillas, pero hoy se ha convertido en una fórmula más ventajosa de prejubilación. La norma permite a los empleados de 60 años pasar al retiro con el 100% de la prestación sin aplicar ningun coeficiente reductor, al contrario de lo que sucede al resto de trabajadores que se jubilan anticipadamente y a los que el sistema de pensiones les resta hasta el 32%.

TIEMPO DE COTIZACION Además, el Seguro sólo exige al trabajador haber cotizado 15 años para acceder a esta fórmula. Durante los cinco años que le restan hasta la edad legal de jubilación (65 años), el prejubilado podrá trabajar un 15% de la jornada, mientras que el empleado que le releva hará el 85% restante. La ley otorga total flexibilidad a esta figura, dándose casos en que el jubilado parcial acumula su 15% de jornada anual en seis meses, y una vez cumplidos, no vuelve más a la empresa.

El sistema está gozando de tal popularidad entre los sindicatos que, en los convenios colectivos de las grandes empresas, estaban previstos este año 80.000 jubilaciones parciales. Las pegas que comienza a poner la Seguridad Social han logrado que esta cifra se reduzca a 20.000.

Pero el número de trabajadores que se están acogiendo a esta fórmula crece en progresión aritmética. En el 2002 entraron por esta vía 6.819 jubilados. En el 2003, lo hicieron el doble, después siguió creciendo hasta que el total acumulado superaba los 33.000 trabajadores en el 2004.

Un jubilado parcial con una base de cotización de 20.000 euros al año le cuesta al Seguro 100.000 euros durante los cinco años que deja de cotizar, al margen del pago de su prestación. Por eso, entre el 2010 y el 2020, la Seguridad Social puede tener un gasto adicional de 100.000 millones a través de esta vía.

La propuesta de reforma de las pensiones que ha remitido la Seguridad Social a los agentes sociales plantea elevar la edad de jubilación parcial de los 60 a los 61 años. Con esta medida, se ahorraría un 20% de los costes. También prevé que el prejubilado realice un 25% de su jornada y no el 15%. Si además se aumenta de 15 a 30 años el requisito de cotización, se podrían acoger a esta medida un 20% menos de trabajadores. Incluso está previsto discutir en la mesa del diálogo social si se exigen 10 años de antiguedad en la empresa.

EXCESIVA FLEXIBILIDAD La Seguridad Social está pleiteando, incluso en el Tribunal Supremo, resoluciones de la Inspección de Trabajo que han permitido excesiva flexibilidad en esta figura.

La fórmula está siendo cuestionada incluso por los propios empresarios porque les exige el contrato de otro trabajador. La picaresca ha provocado casos como el de alguna sociedad que pretendía contratar como relevista a una persona de 58 años para poderla retirar al cabo de los dos años.