Los líderes de la zona euro respaldarán a Grecia mañana durante la cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) que se celebrará en Bruselas, pero exigirán al Gobierno griego una rigurosa aplicación del plan de ajuste económico y presupuestario aprobado por la Comisión Europea. "Este apoyo no será gratuito, debe ser a cambio de la asunción de sus responsabilidades", precisó el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, en su última intervención antes de asumir hoy la nueva cartera de Competencia.

El respaldo oficial no cayó en saco roto en los mercados. La cotización del euro frente al dólar volvió a a ser favorable a la moneda única tras semanas de caída. Ayer avanzó hasta los 1,3760 dólares. Igualmente las bolsas, particularmente Wall Street, donde se conocieron las noticias sobre Europa en plena sesión, ganó posiciones con fuerza. "No necesitamos recurrir a la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), porque la UE puede y debe resolver esta crisis por sí misma", precisó Almunia ante el Parlamento Europeo.

La Comisión Europea reconoció que existe un riesgo de que la desconfianza de los inversores hacia Grecia se extienda a otros países de la zona euro. "La situación es muy grave debido a la tensión sin precedentes de los mercados financieros en el interior de la zona euro y con una crisis económica que no conocíamos desde hace 80 años", destacó Almunia, por lo que consideró muy adecuada la celebración de la cumbre de la UE, mañana en Bruselas. La gravedad de la situación queda reflejada por la participación inusual en la misma del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, subrayó la fortaleza de la zona euro y destacó que "los comentarios negativos y sesgados" proceden de fuera de la unión económica y monetaria. Barroso recordó que el volumen de deuda pública es "mucho más alto fuera de la zona euro que dentro", en especial en EEUU y Asia.

El respaldo oficial permitió cierto alivio para el mercado de renta fija. La deuda soberana española a 10 años, por la que se mide el riesgo de invertir en activos públicos del país, redujo ayer su diferencial con el bono alemán a 93 puntos básicos. La caída del diferencial obedeció más al incremento de la rentabilidad del bono alemán hasta el 3,20%, mientras que el bono español siguió anclado en el 4,14% del lunes. La especulación de los mercados en contra del euro mantiene la renta fija de moda --la griega, la española y la portuguesa-- con diferenciales elevados respecto a otros bonos. Sobre todo, con la deuda de EEUU.

COMPRAR EEUU "Los grandes fondos de renta fija han estado vendiendo papel europeo para comprar deuda norteamericana, por lo que han estado abandonando activos en euros para comprarlos en dólares", comentó Beatriz Tejedor, analista del grupo Banco Sabadell. La caída del cambio del euro frente al dólar se inició en diciembre a raíz de esas prácticas. El día 3 de ese mes fijó el cambio máximo desde febrero del 2008, al alcanzar los 1,5120 dólares. Desde entonces no había hecho más que bajar. La pérdida del valor alcanza el 9% en dos meses.