El Gobierno argentino remitió ayer al Fondo Monetario Internacional (FMI) los 2.636 millones de euros (438.653 millones de pesetas) que debió haber cancelado el pasado martes, y evitó el peligro de la suspensión de pagos del país. Para pagar, utilizó reservas del Banco Central.

El primer ministro argentino, Alberto Fernández, explicó los ejes del acuerdo con el FMI: "Todo el capital que se pague es reembolsable en términos inmediatos. Cuando tengamos que pagar intereses, no podemos hacerlo ni a costa del desarrollo, ni del desempleo, ni a costa del hambre. Así está escrito y acordado".

El FMI quería que Argentina cumpliera con el vencimiento con o sin acuerdo previo. El Estado suramericano no cedió y finalmente se logró un pacto. El Gobierno logra así un "paraguas financiero" para casi toda su gestión y logra crear mejores condiciones para el crecimiento económico. Argentina se compromete a lograr un superávit fiscal del 3% del PIB para el 2004. Además, refinancia 19.000 millones de euros de vencimientos con el FMI, el Banco Mundial y el BID.