Las bolsas europeas cerraron con descensos una sesión que empezó al alza y se giró ante las nuevas dudas sobre la situación de las finanzas griegas y los malos datos macroeconómicos registrados por Estados Unidos. Grecia reconoció que está estudiando aplicar medidas fiscales todavía más restrictivas. Por su parte, el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, reconoció que está estudiando las operaciones llevadas a cabo por Goldman Sachs para esconder el estado real de las cuentas helenas.

Poco tiempo duró el efecto de las palabras de Bernanke del miércoles. Moody´s y S&P anunciaron que podrían bajar de nuevo los ratings de Grecia. Así, la apertura no pudo ser más que tibia y perdió gas en cuanto empezaron a llegar las malas noticias. Y estas fueron las peticiones semanales de subsidio por desempleo y pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos. Estas malas noticias dejaron en un segundo plano una avalancha de resultados en Europa entre los que hubo de todo tipo, varios de ellos favorables. El Ibex 35 terminó en los 10.162,2 puntos al caer el 1,25%, su nivel más bajo desde julio del 2009.

Otra de las referencias del día eran los resultados, tanto en Europa como en España. Durante la jornada rindieron cuentas Cementos Portland, Iberia, Abertis, Vocento, Viscofan, Abengoa, Renta Corporación, Repsol, Acciona, REE, Grífols, Zeltia, Telecinco, Almirall, Molins, Enagás, Barón de Ley y Uralita y se esperaban tras el cierre las de Gamesa, ACS e Indra.

Aunque se dieron sorpresas positivas, el mercado solo tiró de Grífols, ya que fue el único valor del Ibex en positivo, además del del Banco Popular.

Cheuvreux revisó a la baja el precio objetivo de algunos bancos. Se salvó la cotización del Banco Popular. Sin embargo, el resto de entidades financieras del Ibex cerraron con pérdidas: el BBVA cayó el 2% y el Santander, el 1,2%. El Sabadell (-0,5%) y Bankinter (-0,6%) también cayeron.