Para el comandante jefe de Delitos Económicos de la Guardia Civil, Luis Vallés, el debate sobre si es necesario crear una Policía Fiscal que ayude a la Agencia Tributaria a investigar el fraude es estéril. "La Policía Fiscal somos nosotros", afirma. "Si hay alguien que ya está en buenas condiciones para asumir funciones de Policía Fiscal, por estar desplegados en todo el territorio nacional y por tener recursos suficientes, siempre mejorables, es la Guardia Civil", asegura.

"Somos 73.000 en la Guardia Civil. Mañana saco las patrullas a la calle y saben lo que tienen que hacer. Hay una cultura de Policía Fiscal en la Guardia Civil muy antigua", explica el comandante. En particular, el llamado Servicio Fiscal, con una formación especializada, está integrado por 4.698 agentes desplegados en todo el territorio.

Compromiso político

El Ministerio del Interior está desarrollando planes contra la delincuencia organizada, un compromiso político del presidente Rodríguez Zapatero, y Vallés está convencido de que su unidad quedará reforzada. "El delincuente económico está situado en la mejor posición para crear una infraestructura criminal. Si tú tienes dinero y puedes corromper a otros, puedes resistir muy bien la acción de la justicia".

Hace una semana, Guardia Civil y Hacienda dieron cuenta del descubrimiento de una trama de defraudación del IVA y del impuesto de matriculación en la venta de 5.000 coches de lujo. Se descubrió un fraude de 35 millones. Se detuvo a 16 personas y se imputó a 12.

"Desde la aprobación del plan de prevención contra el fraude, existe una mayor colaboración entre la Guardia Civil y la Onif", dice Vallés. La Onif es la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, algo así como el servicio de inteligencia de Hacienda, donde los más reputados inspectores fiscales intentan olfatear lo más sofisticado en fraude. "El valor añadido que aporta la Guardia Civil es el de sus métodos policiales de investigación", explica el comandante, como seguimientos, pinchazos telefónicos e intervención del correo, siempre con una orden judicial. En el desmantelamiento de esta última trama fue esencial el pinchazo telefónico a uno de sus autores.

A veces, la investigación parte de Hacienda. "La Agencia detecta que hay una determinada red, que se escapa por completo a su control, porque hay interpuesto un artificio criminal, y nos llaman, nos piden colaboración y trabajamos estrechamente, aportando nuestras herramientas policiales". Otras veces es la Guardia Civil quien obtiene los indicios. Hay ocasiones en que suena la flauta .

Intereses financieros

La penúltima red de defraudación a través de la venta de coches de lujo se destapó a raíz de un accidente grave en la N-IV, cerca de Madrid. Un conductor herido huyó. "Vimos que el coche estaba puesto a nombre de una empresa que, a su vez, tenía muchísimos coches matriculados. En cuanto estudiamos el perfil tributario de la empresa, vimos cosas raras. Se contactó con Hacienda".

Por definición, la Guardia Civil es el "resguardo fiscal" del Estado y tiene entre sus cometidos la protección de los intereses financieros de España y de la UE. "Podemos colaborar con las autonomías para controlar las cisternas de leche sujetas a determinadas obligaciones vinculadas a la tasa láctea; comprobar el pago de impuestos especiales, IVA, Sociedades o cualquier tributo; vigilar la real percepción de subvenciones por agricultores...".

Una vez se desmanteló en España una mafia que cobraba a los agricultores el 14% de sus ayudas comunitarias. Otra actuación respecto al canon de copia individual (propiedad intelectual) "bajó del 75% al 4% el fraude en el sector".