El euro se mantuvo fiel ayer al tirón alcista de los últimos días y su cambio con el dolar llegó a superar los 1,41 dólares en los mercados de divisas. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial en los 1,4040 dólares, por encima del fijado el jueves. La escalada de la moneda europea, acelerada por la decisión de la Reserva Federal (Fed) de EEUU de bajar los tipos de interés al 4,75%, ha provocado que aumenten las voces que piden a la autoridad monetaria europea que adopte una decisión similar a la aprobada por Bernanke.

Ayer, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que el ciclo de alzas de las tasas de interés en Europa parece haber acabado. "La subida de tipos de interés, desde mi punto de vista, ha tocado techo", declaró Zapatero en una entrevista. Se refirió al efecto que unos tipos elevados pueden tener sobre las familias al recordar que en España muchos hogares sufren las alzas porque casi todos los créditos hipotecarios son a tasas variables.

El pasado 10 de septiembre, el ministro de Economía, Pedro Solbes, precisó que los tipos incluso podrían comenzar a bajar. A principio de mes, el BCE renunció a subir sus tasas, como tenía previsto, a raíz de la crisis de créditos y la volatilidad de los mercados. Los guardianes del euro habían declarado entonces que el alza solo se aplazaba. Pero, en este momento, la situación parece haber cambiado lo suficiente como para trastocar los planes del BCE.

CAMBIO DE CICLO No solo Zapatero habla de un cambio de ciclo. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, apeló el jueves a que el BCE imite a la Fed con el propósito de dar un impulso a la economía de la zona euro. Para Sarkozy, la independencia del BCE no debe impedir el debate sobre sus acciones, mientras que para el guardián del euro, Jean-Claude Trichet, las críticas son un intento de mermar sus prerrogativas.

En todo caso, no conviene olvidar que un euro fuerte no disgusta al BCE. El miembro del consejo de gobierno del BCE y gobernador del Banco de Portugal, Vitor Constancio, aseguró ayer que "no tenemos un objetivo para el tipo de cambio, pero la cotización del euro es muy importante por su efecto sobre los riesgos inflacionistas".

Aunque, sin duda, los agentes financieros preferirían que esa política fuera compatible con tipos más bajos. Citigroup afirma que la actual crisis financiera que viven los mercados forzará previsiblemente a la autoridad monetaria a olvidarse por el momento de su labor de mantener la inflación a raya y a desistir de su idea de continuar subiendo los tipos de la zona euro. El banco justifica su análisis ante las previsiones de reducción en el crecimiento del producto interior bruto de la eurozona.