La vacuna contra la brucelosis ha provocado 16.000 abortos en la cabaña bovina de la región, según indicó ayer el presidente de Asaja-Extremadura, Angel García Blanco, que pidió al Gobierno autónomo que paralice de inmediato la campaña de vacunación y que inste a la empresa adjudicataria del servicio de recogida de cadáveres a que retire los abortos de las explotaciones aunque no estén identificados, según Europa Press.

Según indicó en rueda de prensa, los abortos "están provocando una contaminación de tal calibre que en pocos meses toda la zona afectada, principalmente los regadíos del norte de Cáceres, van a tener que cerrar las explotaciones y desinfectar un amplio territorio con graves riegos para la población". De hecho, apuntó que en la localidad de Valrío (comarca del Alagón) ya se han detectado varios casos de brucelosis en humanos. Asaja cifra las pérdidas ocasionadas por los abortos en 6,7 millones.

Según él, la Consejería de Agricultura está utilizando la vacuna RB-51, una "vacuna viva" que tiene como efecto secundario el aborto cuando la vaca está infectada de brucelosis.

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente mantendrá la campaña de vacunas que está llevando a cabo para erradicar los focos de brucelosis detectados en la región porque "todos los expertos coinciden en que esa es la fórmula más eficaz".

Según las cifras de la Consejería, desde la puesta en marcha de esta campaña, en septiembre del año pasado, se han vacunado 30.000 animales y se han comunicado 284 abortos.