Tantas críticas han recibido las cajas de ahorro en las últimas semanas por lo lenta que va su reestructuración que ayer se sintieron en la necesidad de proclamar que la responsabilidad no es suya. "Si nos atáis los pies, por qué me criticáis que vaya lento", les espetó el presidente de la patronal CECA, Juan Ramón Quintás, a las autoridades implicadas: los gobiernos autonómicos y, de forma inusual por hacerlo públicamente, al Banco de España.

El líder patronal afirmó que el supervisor financiero está presionando a las entidades para que no pidan ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB) para ajustar su estructura de forma individual, sin recurrir a una fusión. "Les reciben con una palabra amable, que en el caso del regulador es un buen consejo: ¿Por qué no te has buscado compañía?", aseguró.

Quintás defendió que la reestructuración individual, contemplada en la normativa del FROB, es una opción válida para entidades con el tamaño suficiente para acudir solas a los mercados de capitales. "Pero choca con la reticencia institucional de algunas autonomías, que quieren tener una caja mayor, y con el Banco de España, que parece que quiere fusionar cuantas más entidades mejor, sin tener en cuenta la eficiencia, sino el número de entidades resultante", criticó.

La patronal también advirtió de que hay un buen número de cajas que esperan que se "aclare" la figura jurídica de los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), las llamadas fusiones virtuales, que permiten compartir recursos y riesgos manteniendo su vinculación al territorio de origen.