La decisión del Gobierno francés de dar prioridad en su política económica al crecimiento y la generación de puestos de trabajo sobre el control del déficit amenaza con romper el consenso en Europa. La Comisión Europea se reafirmó ayer en la necesidad de "respetar las reglas" del pacto de estabilidad.

"Se pueden interpretar las normas con cierta flexibilidad, pero hace falta también que los estados se comprometan a cumplir las reglas comunes que les unen a la moneda única", afirmó Gerassimos Thomas, portavoz del comisario europeo de asuntos económicos, Pedro Solbes.

PELIGRO DE CRISIS

El primer ministro francés, JeanPierre Raffarin, aseguró ayer que descarta una crisis en la Unión Europea por el incumplimiento de Francia del pacto de estabilidad. El jefe del Ejecutivo conservador francés respondió no al ser preguntado por el peligro de una crisis con Bruselas, en la perspectiva de que el déficit viole en el 2004, por tercer año consecutivo, el tope máximo del 3% del producto interior bruto (PIB) fijado por el pacto.

Los expertos comunitarios consideran que la decisión de Raffarin de recortar un 3% el impuesto sobre la renta en el 2004 y aplicar otras ayudas sociales condenan a Francia a tener el año próximo un déficit público igual o superior al 4% del PIB previsto para este 2003.

Raffarin se ha reafirmado públicamente en que su "primer deber" no es "presentar ecuaciones contables y hacer ejercicios de matemáticas para que una oficina en alguna ciudad esté satisfecha, sino lograr que "haya trabajo para los franceses".

El comisario europeo de Competencia, Mario Monti, afirmó ayer que habría que multar a Francia y Alemania si en el 2004 no consiguen reducir sus desfases presupuestarios a un nivel inferior al 3% del PIB.