Jean-Claude Trichet afirmó ayer que la fortaleza del sistema financiero español ha sido un motivo de "orgullo nacional", si bien la crisis obligará a impulsar una "profunda reestructuración de un número de instituciones financieras de tamaño mediano". El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, avanzó que "entre 15 y 20 cajas" están buscando soluciones de este tipo. Ello no impedirá, dijo, que el "exiguo o negativo" incremento del crédito no vuelve a ser fuerte hasta que haya una reforma laboral.