El Gobierno decidió ayer abrir el mercado de la vivienda protegida a las economías familiares medias, a la vista de que el estoc de pisos vacíos se resiste a adelgazar. Persuadido de que la recuperación del sector inmobiliario exige convertir las viviendas vacías en pisos protegidos, el Ejecutivo aprobó un paquete de medidas para que las familias con rentas medias también obtengan las mismas ayudas que las que reciben economías menos favorecidas.

Los hogares con unos ingresos de hasta 48.920 euros brutos anuales podrán solicitar el próximo año una subvención para pagar la entrada de una vivienda de protección oficial (VPO). Esta ayuda oscilará entre 4.500 y 7.200 euros, en función de las circunstancias de los solicitantes.

Esta iniciativa está incluida en la ampliación del plan estatal de vivienda y rehabilitación (PEVR) 2009-2012, aprobada ayer por el Consejo de Ministros. Como confirmó la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, el objetivo de los cambios es facilitar el acceso a viviendas asequibles a un mayor número de familias y ampliar el parque de viviendas protegidas.

Ambas finalidades ya fueron avanzadas el día anterior por Beatriz Corredor, ministra de Vivienda, quien animó además a los propietarios particulares de pisos vacíos a convertirlos en VPO para agilizar la compra o el alquiler por los demandantes de residencias protegidas y, a la vez, reducir el estoc inmobiliario.

En la ampliación del plan plurianual de vivienda aprobada ayer se prevé la posibilidad de que las personas físicas o jurídicas con viviendas libres puedan pedir la calificación de estas como protegidas para compra o alquiler.