La proporción de los pensionistas que cobran una pensión baja y reciben un complemento para que sus ingresos lleguen a la pensión mínima ha descendido en los últimos años hasta situarse en el 30,7% en el 2002. Hace 20 años, había un 48,2% de pensionistas que percibían el complemento de mínimos, según los datos facilitados ayer por CCOO.

La tendencia a la baja llevó el porcentaje de pensionistas que necesitaron ayuda al 39,5% en 1990. El descenso es más acusado en el régimen general de la Seguridad Social, el de la minería del carbón, los autónomos y el mar. En cambio, en el régimen agrario y en el del hogar se mantienen los "altos porcentajes de pensiones con complemento", el 49% y el 62,3%, respectivamente.

Las diferencias entre comunidades autónomas son "notables" para CCOO, que recuerda que en Extremadura y Castilla-La Mancha cerca de la mitad de las pensiones disponen de complementos de mínimos, mientras que en Aragón, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia, Navarra y La Rioja no superan el 30%, y en el País Vasco no llegan al 20%.

CCOO considera que el complemento de mínimos tiene un "indudable efecto redistributivo y solidario" entre las regiones que se perderá si en el futuro se avanza hacia la "ruptura de la caja única de la Seguridad Social".

Para la concesión del complemento, no hay que superar los ingresos anuales de 5.754,37 euros (957.447 pesetas) por rentas del trabajo o actividades empresariales. En ese caso, la Seguridad Social pagará la diferencia hasta la suma de la pensión mínima correspondiente y los ingresos adicionales máximos.

Las pensiones mínimas para este año oscilan entre los 362,54 euros (60.322 pesetas) al mes o 5.075,56 euros (844.502 pesetas) al año de la jubilación sin cónyuge a cargo para menores de 65 años y los 471,68 euros mensuales o 6.603,52 anuales para jubilados con 65 años y cónyuge. La pensión media es de 544,26 euros al mes, con un máximo de 688,75 euros en el País Vasco y un mínimo de 453,18 en Galicia.