Los 280.000 compradores de coches que en el 2009 recibieron ayuda del plan 2000E tendrán que declararlo este año en su impuesto sobre la renta. En particular, los contribuyentes deberán consignar como un ingreso más la ayuda pública de hasta 1.000 euros por vehículo que, con carácter general, aportan en total el Estado (500 euros) y las administraciones autonómicas (otros 500 euros).

Los otros 1.000 euros que aportan los concesionarios de las marcas en forma de un descuento sobre el precio (hasta completar los 2.000 euros del plan) no deben declararse, pues es un rebaja.