"Si los particulares españoles tuvieran CDS --seguros de impago de deuda-- estos estaría cotizando en los mismo elevadísimos niveles que los CDS de la banca española". Para Xavier Alsina, responsable de Tesorería de Catalunya Caixa, el foco de los mercados se ha girado hacia el sistema bancario español --en las últimas semanas con mayor intensidad-- porque esos valores --los seguros-- señalan a través de cajas y bancos la falta de confianza que existe en la economía española.

"Nuestra banca lleva la etiqueta made in Spain y se la castiga igual que a los títulos del Tesoro", argumenta Mireia Esteban, responsable de banca privada de la Unnim. El peso del sector inmobiliario en sus balances, así como la exposición a la deuda de otros países con dificultades para contener el déficit, se han sumado a esa percepción negativa en los mercados.

PROBLEMA REAL Para algunos expertos no se trata solo de una cuestión de percepción, y van algo más allá: "El problema real de la economía son sus entidades financieras y la dificultad que tienen para acreditar su solvencia", comenta Jaume Puig, director general de GVC Gaesco.

En las últimas semanas de diciembre los mercado mayoristas a los que acuden bancos y cajas en busca de fondos se cerraron a cal y canto. "No para todos", apuntan fuentes de una entidad bancaria catalana. "Ha habido ventanas de oportunidad para obtener financiación para algunos bancos", puntualizan. Pero no todos que lo han querido han tenido aire fresco.

Las dificultades de financiación son más o menos las mismas que tiene el Tesoro para colocar la deuda soberana española. No es que no se encuentren compradores, pero las rentabilidades que hay que ofrecer son ciertamente altas.

Algunos analistas apuntan que, a diferencia de la crisis de solvencia que ha afectado a Grecia, Irlanda y puede que a Portugal, el problema de España ha sido y es de liquidez. En los últimos días, sin embargo, se ha percibido un cierto cambio.

Se muestra en la evolución de los seguros de impago de deuda de los grandes bancos, y coincide con los anuncio de mecanismos más flexibles para ayudar a los países con problemas por parte de la Unión Europea.

Las acciones de la banca lo han celebrado por todo lo alto en la bolsa.