Los impagos de los créditos no paran de subir, y para combatir sus efectos negativos sobre la solvencia la banca sigue clausurando oficinas para reducir sus costes y mejorar su rentabilidad. El primer semestre se cerró con 44.759 sucursales. La cifra supone una reducción del 2,5%. Es decir, 1.122 establecimientos menos que un año antes.

Las cajas, que tienen la mayor red y están en pleno proceso de reordenación, han cerrado 704 oficinas, hasta las 24.607, según los últimos datos del Banco de España. Los bancos, que vienen haciendo ajustes desde hace años, se han limitado a bajar la persiana de 356 sucursales, hasta las 15.071. Las cooperativas de crédito, por su parte, han clausurado 62 establecimientos, hasta los 5.081. Un esfuerzo impulsado por una morosidad que en julio ascendió al 5,47%, 0,12 puntos más que en junio y el nivel más alto desde marzo del 1996. Las entidades tenían 100.475 millones de euros en créditos de dudoso cobro y los préstamos se redujeron con fuerza hasta los 1,836 billones, 14.000 millones menos. Asimismo, las cajas (5,51%) vuelven a superar a los bancos (5,37%). La mora de las inmobiliarias subió al 11,21%, mientras que la de las hipotecas se moderó hasta el 2,58%.

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidre Fainé, afirmó el miércoles que no habrá cajas que entren en pérdidas durante este ejercicio, a pesar de la difícil situación económica.

Durante la rueda de prensa, el presidente de la patronal de las cajas explicó que durante estos años las entidades se han enfrentado a un mercado muy complicado. Según el presidente de la CECA, los beneficios se van reduciendo porque los márgenes son "cada vez más estrechos" en el negocio bancario. "No tengo perspectiva de que haya ninguna entidad que vaya a pasar a pérdidas", insistió el máximo responsable de las cajas y presidente de La Caixa.

En esta línea se pronunció el director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, quien dijo que si continúa la crisis con la actual virulencia no solo habría que hablar de cajas en pérdidas, "sino de bancos y grandes empresas", si bien confió en que esta hipótesis no se cumpla.

"En condiciones normales", prosiguió Olavarrieta, "las cajas incluso incrementarán beneficios conforme vaya desbloqueándose la crisis", descartando así pérdidas en el sector. Preguntado sobre la llamada guerra de los depósitos , Olavarrieta dijo que la competencia es "algo que nos encanta", pero "no es un tema de hoy, ni de mañana, no es nada nuevo". Por ello, dijo que hay que analizarlo en la distancia y ver las cuotas de mercado que se consiguen puntualmente cuando se lanzan las campañas de captación y las cuotas que quedan después.

"HAY QUE TENER SANGRE FRIA" En esta línea, Fainé aseveró que lo importante de los depósitos es analizar a qué costo se captan y a qué precio se conceden. "No creemos en guerras, las cuotas de los mercados a veces bajan y otras veces suben", indicó Fainé, quien añadió que "hay que tener la sangre fría y la tranquilidad de que tenemos la obligación de dar un amplio abanico de servicios". En este sentido, el presidente de la CECA aseguró: "Respeto todas las decisiones que tomen otras instituciones porque cada uno sabe sus necesidades".

En referencia al nuevo impuesto que la Unión Europea (UE) quiere aplicar a las entidades financieras, Fainé señaló que es una decisión "que pertenece al Ejecutivo y está dentro de sus responsabilidades". No obstante, para el responsable de la CECA, aplicar un nuevo impuesto sobre la banca, "en sí mismo no corregirá" los problemas de capitalización ni sus causas, si bien añadió que respeta las decisiones de los gobiernos en esta materia.