Los bancos han logrado capear en el inicio del año la profunda desaceleración de la economía española e internacional desde el pasado verano. Las entidades del país ganaron 5.153 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un moderado pero significativo incremento del 10,05% respecto al mismo periodo del 2007. El futuro, con todo, no se presenta tan favorable.

La debacle del crecimiento que organismos públicos y privados coinciden en pronosticar para España en la segunda parte del año va a hacer difícil que las ganancias de la banca sigan creciendo al mismo ritmo. "La calidad de la cuenta de resultados reside en que se basa en la actividad ordinaria, que se ve afectada por la evolución económica, con lo que afectará a los resultados", dijo ayer Pedro Pablo Villasante, secretario general de la asociación bancaria (AEB).

Tras admitir esta situación, el número dos de la patronal rechazó hacer pronósticos concretos y recordó que las entidades han presentado sus propias proyecciones para el ejercicio sin que "nadie las haya cuestionado". Además, subrayó que, pese a las dificultades que surjan, los resultados son "sostenibles" y se comparan de forma muy positiva con los de los grandes bancos internacionales, que han registrado "cuantiosas pérdidas".

EMISIONES INSUFICIENTES La asociación bancaria sigue insistiendo en que la consecuencia más grave de la crisis financiera para la economía española no es el mayor precio que hay que pagar para financiarse (con la consecuente restricción y encarecimiento del crédito), sino que continúen cerrados los mercados de deuda privada.

El líder patronal valoró positivamente que las entidades españolas hayan emitido en las últimas semanas más de 20.000 millones de euros, pero puso estas titulizaciones en perspectiva: "No es mucho, pero es algo". El problema, segun subrayó, no se solucionará hasta que las autoridades obliguen a los bancos internacionales a reconocer todas sus pérdidas.

Mientras no desaparezca la desconfianza entre las entidades, añadió, seguirán las dificultades en los mercados interbancarios, con lo que la diferencia entre el euríbor (5,425% ayer) y los tipos oficiales (4%) se mantendrá amplía. En este punto, Villasante se negó a comentar las críticas del presidente del Gobierno al Banco Central Europeo por provocar un repunte del euríbor al anunciar una probable subida de tipos. En la práctica, defendió al organismo y recordó que el BCE tiene el mandato de luchar contra la inflación en la zona euro (3,6%, ante el objetivo oficial del 2%).