No hay síntomas de mejora en el crédito, ni se les espera. En los últimos dos años, la banca ha endurecido de forma extraordinaria sus criterios de concesión de préstamos, de manera que ahora son mucho más "restrictivos" que cuando comenzó la crisis. Para lo que resta de año, el sector financiero no solo planea mantener esta política, sino que prevé "ligeros endurecimientos" en los préstamos a los hogares.

El sector también ha comunicado al Banco de España --que publica cada tres meses una encuesta sobre los préstamos-- que prevé un descenso de "escasa cuantía" en la demanda de créditos por parte de las familias y las empresas. Con una excepción, la de hipotecas, que registrará un "pequeño aumento". El documento destaca que la banca endureció "notablemente" su exigencia en los créditos durante el 2008, mientras que este año ha ido moderando el incremento, hasta mantenerla sin cambios en el tercer trimestre. El grifo de la financiación se ha cerrado, alegan las entidades, por el incremento de la morosidad, el deterioro de la economía, y el aumento del riesgo que les supone financiar a los clientes.

Así, las hipotecas concedidas a mediados de año financiaron el 57% del valor de la vivienda, frente al récord del 64% de los meses anteriores al estallido de la crisis. El porcentaje de créditos que financian más del 80% del precio de la casa, además, ha bajado al 11%, siete puntos menos que a mediados del 2006. Y los plazos han caído de los 28 años de junio del 2007 a 24 años. A las empresas, particularmente a las pequeñas y medianas, se les exigen mayores garantías.

MENOS HIPOTECAS Los datos del tercer trimestre desvelan que, en contra de los previsto por las entidades, la demanda de hipotecas cayó de forma moderada, cuando se esperaba un alza. En el resto de préstamos, siguió el descenso de las peticiones, aunque de forma más suave que en otros trimestres.