La publicación en julio de las pruebas de resistencia al sector financiero, que el Banco de España lideró y llevó más lejos que el resto de supervisores europeos, sirvió para rebajar los temores del mercado sobre la banca española y, por extensión, sobre la deuda pública. La institución quiere ahora repetir la jugada: la banca expondrá cada tres meses su exposición al ladrillo.

"España y el sistema bancario español necesitan que nuestros acreedores renueven la financiación que nos tienen otorgada. La mejor forma de conseguirlo es demostrar cotidianamente que los bancos y cajas son sanos y rentables, y que sus cuentas de resultados les proporcionan el flujo de recursos necesarios para honrar todos sus compromisos", apuntó el subgobernador, Javier Aríztegui, ayer en Barcelona.

DESGLOSE DE GARANTIAS Las entidades tendrán que ofrecer información sobre su cartera de promoción y construcción y sobre su cartera de hipotecas residenciales, con un desglose de las garantías que respaldan los créditos, la relación del préstamo con el valor del bien hipotecado (62% de media, menos que en otros países), la situación de pago, y el colchón de provisiones para cubrir su posible entrada.

Además, en pleno cierre de los mercados donde colocan su deuda por las dudas sobre España, tendrán que informar sobre su financiación mayorista, dando detalle de los instrumentos utilizados, las garantías que los respaldan, y su duración.

El Banco de España, junto al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, convocarán a las patronales del sector (AEB y CECA) para definir el formato en que se suministrará esta información. Los resultados anuales de las entidades serán los primeros en incluirla.

Las cajas en proceso de fusión tendrán, además, que informar de cómo han tratado los activos en riesgo de impago en la integración. Según el supervisor, los activos dañados de todo el sector --morosos, en riego de impago, los bienes adjudicados y los fallidos-- ascendían a 181.000 millones en junio, el 9% más que en enero, y las provisiones para subsanar las pérdidas alcanzaban al 33% de estos activos.