Mientras grandes colosos financieros se derrumbaban, los bancos españoles hicieron al comienzo de la crisis global un alarde de fortaleza, al no protagonizar ni nacionalizaciones ni quiebras. Las entidades reconocen ahora que la recesión económica cada vez les impacta con más fuerza, pero no como para hacerles dejar de dar beneficios este año y el próximo. "La banca española en su conjunto tiene nivel de recursos propios y capacidad en su cuenta de resultados para no entrar en pérdidas", dijo ayer Pedro Pablo Villasante, secretario general de AEB.

Un negocio recurrente, con capacidad para dar ganancias de forma más o menos estable, y el "menor riesgo" asumido respecto a otras actividades son, según defendió, sus fortalezas. Eso sí, reconoció que una actividad tan ligada a la economía supone un problema cuando a esta se le presenta un panorama desolador. "Quizá el grado de crecimiento se desacelere, pero la morosidad tenderá a subir mientras la economía siga deteriorándose", admitió.

Villasante no quiso aventurar si 2010 será peor para la banca, como apuntan expertos y banqueros. Admitió que, cuando los problemas se alargan, "la dificultad se hace más complicada", pero se mostró confiado: "Se gestionará, igual que este año". Frente a este escenario, la banca cree "lógico" cerrar oficinas, reducir plantilla e impulsar fusiones.

LAS OPORTUNIDADES "Siempre en las crisis hay oportunidades para salir de ellas reforzado. Igual que en la anterior crisis financiera, de la que el sistema español salió reforzado y con menos entidades", defendió. Estas operaciones le parecen a la patronal de los bancos "menos costosas" que la liquidación de entidades con problemas. Sobre todo si quedan "engrasadas" con la aportación de ayuda pública.

El sector está a la espera de que el Gobierno apruebe el ansiado fondo de reordenación del sistema que permita emprender las uniones necesarias para afrontar las grandes dificultades presentes y futuras. Pero por el momento sigue dando beneficios, aunque cada vez menores.

Los bancos ganaron 4.052 millones de euros entre enero y marzo, un 21,5% menos que hace un año, pero un nivel similar al del primer trimestre del 2007. Las cajas, por su parte, han revisado sus cifras para adaptarlas a las nuevas cuentas de Caja Castilla La Mancha (48,83 millones en pérdidas). Estas entidades ganaron 2.028,5 millones hasta marzo, el 23,3% más. La causa es el alza de la morosidad bancaria, del 1,23% al 2,95% en un año.