El Ibex terminó la jornada con una caída del 2,51% hasta los 11.695 puntos, en una sesión en la que las pérdidas se agrandaron con la apertura bajista de Nueva York. El selectivo rompió el soporte de los 11.740 puntos que puede abrir un hueco bajista.

El sector financiero y el constructor volvieron a ser un lastre insalvable. Se renuevan los temores sobre una crisis crediticia que no termina de depurarse.

Para colmo, el petróleo retomó la senda alcista, a raíz de la disminución de reservas de crudo en EEUU. El euro siguió a la baja y se cambió a 1,487 dólares.

Al aviso del martes del Wall Street Journal sobre que la banca española será la siguiente en sufrir las restricciones de liquidez a causa de la crisis subprime después de la estadounidense, se unió ayer un informe de ING en el que señala que los bancos españoles sufren un deterioro de su calidad crediticia más rápida de lo previsto inicialmente, lo que provocó que las cotizaciones bancarias siguieran padeciendo. El resto de mercados europeos cerraron también con cuantiosos recortes. París perdió el 2,56%; Fráncfort, el 2,49% y Milán, el 2,12%. Los valores de la construcción y financieros volvieron a situarse en la cabeza de las pérdidas, aunque el peor del Ibex fue Inditex, que retrocedió el 6,29% hasta los 31,01 euros por título. Tras la compañía textil se situaron Ferrovial (-5,73%), Banesto (-5,26%), BME (-5,26%), Abengoa (-5,22%), Sacyr Vallehermoso (-5,21%), y Cintra (-5,14%). Todos los grandes títulos retrocedieron posiciones, aunque Endesa (-0,07%) y Telefónica (-0,89%) salvaron parcialmente los muebles. Los peores de entre los blue chips fueron los dos grandes bancos: el BBVA se dejó el 3,79% y el Santander, el 3,53%. Por su parte, Iberdrola cedió el 2,23% y Repsol, el 1,87%.

Tan solo tres valores terminaron con ganancias: Red Eléctrica avanzó el 1,09%; Enagás, el 0,9% y Grifols, impulsado por movimientos corporativos en el sector farmacéutico, sumó el 0,78%.