La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los tipos de interés en el 4%, así como sus advertencias de que estudia volver a subirlos en breve para contener la inflación galopante, han tenido una rápido efecto el euríbor. El tipo al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España se elevó ayer hasta el 4,769%, muy por encima del nivel del 4,718% al que cerró en la víspera. La reacción del euríbor hace presagiar un cambio en la tendencia a la baja que registró el indicador en los últimos dos meses y que permitió romper con dos años de vertiginosos aumentos.

Los hogares que tengan que revisar su hipoteca en las próximas semanas se verán seriamente afectados si se consolidan estas nuevas alzas. En el caso de que el euríbor cierre diciembre en el entorno del 4,7%, las familias que tengan una hipoteca media --de 150.328 euros a 25 años y con un diferencial de 0,5 puntos-- verán como su cuota se les dispara hasta los 896,41 euros, frente a los 828,85 euros de diciembre del 2006.

El BCE tiene ante sí una difícil situación. Por una parte, los precios, que son su gran obsesión, se le están disparando a causa de la energía y los alimentos. Pero, al tiempo, el crecimiento de la zona euro se ha resentido por las incertidumbres económicas internacionales.

MENOS EFECTIVO No parece que el BCE esté por la labor de bajar los tipos, por más que algunos expertos hayan pronosticado el recorte para la primavera. Su presidente, Jean-Claude Trichet, ya advirtió de que solo se plantea mantenerlos o subirlos.

El banco confirmó esa severidad ayer al retirar 8.000 millones del mercado del euro con vencimiento de cinco días. El BCE actuó con rapidez, al detectar que los tipos a muy corto plazo se alejaban a la baja del 4%. Aún así, sigue inyectando efectivo al sistema para paliar la falta de liquidez provocada por la crisis de las hipotecas basura.