El Banco de Francia confirmó ayer el pronóstico del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos: la economía francesa retrocedió un 0,1% en el tercer trimestre del año. La segunda potencia económica de la zona euro entra así en recesión, ya que en el segundo trimestre del ejercicio su producto interior bruto (PIB) decreció un 0,3%.

El Banco de Francia ha revisado a la baja sus previsiones de hace poco más de un mes, que calculaban un crecimiento del 0,1% en el tercer trimestre. Las principales causas son la pérdida de poder adquisitivo, la crisis inmobiliaria, la mala evolución del comercio exterior y la restricción del crédito a causa de la crisis. Sobre este último motivo, el presidente Nicolas Sarkozy apeló ayer a las instituciones financieras "a asumir sus responsabilidades para asegurar una financiación estable y suficiente".