Es probable que los datos más duros de la crisis hayan pasado y que no se vuelvan a ver cifras de caída de la actividad económica y del empleo tan espectaculares como las registradas el primer trimestre, que contabilizó 802.800 parados más, hasta superar los cuatro millones de personas. La caída de la actividad en el 2010 "será mas atenuada" que en el 2009, pero "el proceso de destrucción de puestos de trabajo puede prolongarse durante algún tiempo y la tasa de paro continuar todavía su senda ascendente", aseguró ayer el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, en su discurso de presentación del informe anual del organismo.

Hasta ahí, el pronóstico está más o menos de acuerdo con el del Gobierno. Pero el gobernador dio un paso más. Si no se hacen reformas en el mercado de trabajo y en la economía se corre el peligro de que tan alto nivel de desempleo se vuelva crónico y de que ello atrase la mejora definitiva de la economía. "Existe el riesgo de que, como ocurrió en el pasado, el fuerte aumento del paro adquiera gran persistencia y que ello retrase la recuperación posterior", afirmó Fernández Ordóñez.

VATICINIO Para contradecir su fama de cenizo (aguafiestas, persona que tiene mala sombra o que la trae a los demás, según la Real Academia Española), Fernández Ordóñez recordó ayer que, "lamentablemente", los riesgos de los que advirtió el año pasado --principalmente, el de que se produjera una fuerte destrucción del empleo-- se han hecho realidad.

Con ese aval, el gobernador reclama ahora de nuevo reformas en el mercado de trabajo, para que el desempleo no se vuelva crónico y para que "los sectores productivos con elevado potencial de crecimiento y dinamismo tecnológico releven a la construcción en el papel que esta venía desempeñando".

El gobernador demandó cambios en la negociación colectiva, los sistemas de contratación, los mecanismos de intermediación, la movilidad y la formación de las personas en paro. Todo ello, en opinión del rector del Banco de España, "ayudaría a frenar el cierre de empresas y a atenuar el riesgo de descapitalización, que en la actualidad es ciertamente elevado".

Las medidas de gasto público adoptadas por el Gobierno ayudarán a contener la recesión. A cambio, las cuentas públicas han experimentado un "rápido deterioro", que, según el Banco de España va a llevar el déficit al entorno del 10% del PIB en el 2010 (el 7,9%, según la última previsión del Gobierno).

El gobernador juzgó prioritaria "la pronta definición de una estrategia creíble" que permita reconducir el déficit público al 3% del PIB y advirtió de que las "expectativas de subidas futuras de impuestos" (ya admitidas por el Gobierno) podrían "terminar esterilizando" los efectos expansivos de las medidas anunciadas hasta ahora.

CREDITO CLAVE También clave es, a su juicio, que retorne la normalidad en el crédito a empresas y familias, y para ello es imprescindible la reestructuración del sistema financiero. Fernández Ordóñez advirtió a la banca de que sus resultados se verán "presionados" a corto plazo por la mayor morosidad, pero también a medio por la mayor competencia para captar financiación y los menores márgenes que ello generará.

Además, afirmó que no parece factible que puedan captar "aportaciones sustanciales" de capital privado por la vía de las ampliaciones o de emisiones de títulos. Por estos motivos, les instó a "intensificar los esfuerzos" en reducir costes y corregir los excesos de capacidad. Es decir, menos oficinas y empleados.

El gobernador aplaudió la decisión del Ejecutivo de crear un fondo para aportar capital a "entidades viables que lo necesiten". Pero exigió que estas aportaciones se condicionen a que las instituciones antes se reestructuren. En esta línea, también pidió a los partidos que refuercen "pronto" la capacidad de actuación del Banco de España.