En domingo, y cuando nadie lo esperaba, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó un Consejo de Ministros extraordinario que decidió la intervención de Caja Castilla la Mancha (CCM), la destitución de sus gestores y el aval de hasta 9.000 millones de euros de liquidez. La decisión se adoptó para solventar los problemas de liquidez de la entidad, antes de que sus dificultades lleguen a más, según explicó el vicepresidente económico, Pedro Solbes, en una rueda de prensa conjunta con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, a media tarde.

Oficialmente, CCM se ha convertido en la primera víctima financiera en España de la crisis internacional. El Gobierno aprobó ayer un real decreto-ley que desarrolla el acuerdo adoptado el sábado por el Banco de España, dando por fracasado el intento de Caja Castilla La Mancha de fusionarse con Unicaja.

El decreto, publicado ayer mismo en el Boletín Oficial del Estado (BOE), releva al consejo de administración de la CCM, con su presidente a la cabeza, Juan Pedro Hernández-Moltó. En su lugar sitúa a tres gestores mancomunados, que son inspectores del Banco de España. El decreto habilita un aval del Tesoro para que el Banco de España inyecte la liquidez que precise la entidad para hacer frente a sus compromisos y actividad diaria. Solbes calculó que la cantidad necesaria será de "entre 2.000 y 3.000 millones" y dijo que, "en ningún caso", puede superar los 9.000 millones. "Hemos preferido ser excesivamente cautos", dijo.

De todas las maneras imaginables, Solbes y De la Vega lanzaron un mensaje de tranquilidad, garantizando todas las obligaciones de la caja con los ahorradores y los acreedores. Insistió Solbes en que se trata de una decisión "menor y de trámite", porque la normativa europea obliga al Tesoro del Estado a avalar los acuerdos del Banco de España cuando decida inyectar recursos en las entidades. Las dificultades de Caja Castilla La Mancha, según Solbes, se centran en "problemas de liquidez", y rechazó que se pueda hablar de un "agujero" patrimonial o financiero. En varias ocasiones dijo que la entidad "a día de hoy es solvente", y remachó que la decisión no implica la entrada de recursos públicos en la caja o de una "nacionalización" de la entidad.

SIN SIMILITUDES Pero a pesar de que el vicepresidente consideró que se trata de un "caso aislado" y de que la caja supone "menos del 1%" de los activos financieros del sistema español, no escondió que los problemas de liquidez pueden aparecer en otras entidades. Pese a todo, el Solbes quiso serenar los ánimos y ofrecer confianza: "Yo estoy bastante tranquilo con las cajas, no veo problemas inmediatos". El vicepresidente rechazó con contundencia la similitud con la intervención de Banesto o con la más reciente de Eurobank.

El Ejecutivo quería que el problema de CCM llegara desde el ámbito privado. La entidad, sin embargo, había fracasado en dos intentos de fusión. El primero, con Ibercaja, y el segundo, con Unicaja. Ante ello, el Banco de España consideró que debía entrar en la financiación de la caja. El gobernador, Miguel Angel Fernández Ordóñez, ha pedido ya comparecer en el Congreso para explicar la medida, según informó la propia institución.

De la Vega explicó ayer mismo la decisión a los distintos grupos parlamentarios, teniendo en cuenta que el decreto-ley deberá ser convalidado en el Congreso. El propio Solbes también se puso en contacto con los representantes políticos, llegando a la conclusión de que, en conjunto, hay "una buena disposición". El vicepresidente económico justificó haber adoptado la decisión en domingo para evitar "rumores y especulaciones"; "siempre es mejor cuando los mercados están cerrados", dijo.

Según Solbes, a partir de ahora, los nuevos gestores trabajarán "en el saneamiento de la caja" y en las "mejoras necesarias para hacerla más eficiente", antes de "tomar una decisión sobre el futuro", sobre la que no precisó más. Fuentes de toda solvencia aseguran que Fernández Ordóñez, el gobernador, es partidario de subastar la entidad de ahorros una vez haya sido saneada, siguiendo el modelo del rescate de Banesto.

EL TIEMPO ADECUADO El consejero del Banco de España, Guillem López Casasnovas, consideró ayer que la situación crítica vivida el fin de semana con la intervención de la caja "está por el momento muy localizada, de modo que no tiene sentido generalizar ningún tipo de pánico entre ahorradores".

López Casasnovas afirma que el instituto emisor tomó el sábado una medida "estatutariamente prevista" y "en el tiempo adecuado". Reivindicó, a su vez, la actuación preventiva, de oficio, de entidades financieras y "la racionalización necesaria de todas aquellas cajas en proceso de saneamiento interno". "Se debería conseguir así, por la vía de las concentraciones internas, coadyuvadas por financiación pública complementaria, que resulten innecesarias las absorciones extraterritoriales o por parte de entidades distintas a las cajas, que tan bien caracterizan el modelo financiero catalán", dijo.