El Banco de España reconoce que ha "apretado" a las cajas para que aceleren sus fusiones, y asegura que lo va a seguir haciendo porque es su obligación. El 1 de enero, asegura, empieza una nueva era para sector del ahorro. Y el supervisor quiere que para entonces las entidades funcionen de manera "unitaria, no dispersa".

El organismo que dirige Miguel Angel Fernández Ordóñez admite que se ha exigido a las cajas desarrollar sus integraciones a velocidad superior a la habitual en operaciones parecidas.