El Banco de España volvió a ejercer ayer su papel institucional de Pepito Grillo de la política económica. José Luis Malo de Molina, director del servicio de estudios, advirtió al Gobierno de que es imprescindible que las medidas que adopte sean "temporales y reversibles" y no comprometan la estabilidad presupuestaria a medio plazo. Es decir, le reclamó que no asuma compromisos de gasto a los que no pueda dar marcha atrás cuando se supere la crisis.

El supervisor no cuestiona la necesidad de adoptar iniciativas contra la recesión. Todo lo contrario. Malo de Molina reconoció ayer la "necesidad de una actuación política sobre la demanda". Puntualizó, eso sí, que las iniciativas deben tener en cuenta el rigor presupuestario para "ser eficaces y no generar más problemas". También reclamó que no sean generales, sino específicas para sectores en apuros.

SOLBES, CONFORME Lo que quiere el Banco de España, en resumen, es que el Gobierno haga un uso "prudente" del margen que le aporta el superávit presupuestario de los últimos años. Las cuentas públicas y los ingresos de las administraciones, subrayó Malo de Molina, se están deteriorando "con rapidez", pues son muy sensibles a la situación de la construcción y el sector inmobiliario. "Hay un margen limitado de actuación si se quiere actuar de manera consistente con la estabilidad presupuestaria a medio y largo plazo; nada sería peor que encontrarse en recesión y tener un déficit muy voluminoso", alertó.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, se mostró totalmente de acuerdo con el Banco de España y argumentó que el Gobierno está siendo "enormemente prudente", al tiempo que es el más activo en medidas anticrisis de Europa. Su compromiso pasa por volver "lo antes posible" al equilibrio y al superávit.

Reconoció, con todo, que con las nuevas medidas el déficit de este año superará el 3%, el límite establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo. En el 2009 también, porque será imposible "dar marcha atrás". Y en el 2010, ya veremos. El vicepresidente se esmeró en resaltar que el pacto de estabilidad contempla la posibilidad de superar el límite del 3%.

Para ello tienen que darse tres condiciones: una caída de la actividad, que la desviación del objetivo de déficit sea temporal, y que exista el compromiso de volver al rigor presupuestario cuanto antes. "Si las circunstancias son terriblemente malas de recesión, uno siempre puede saltarse el Pacto y estoy seguro de que lo discutiremos en Europa", dijo.

NEGRA PERSPECTIVA Solbes dio por cerrado con las medidas presentadas ayer el plan de actuación del Gobierno contra la crisis, que incluye 80 medidas y va a suponer un incremento del gasto público del 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB) y actuaciones fiscales por importe del 1,5% del PIB. Una iniciativa para hacer frente a una panorama económico que el Banco de España dibujó muy sombrío.

Malo de Molina destacó que la economía española esta inmersa en un proceso de ajuste muy intenso, en un contexto de grave crisis mundial y con "predominio de las tendencias recesivas". El problema, apuntó, es que el proceso comenzó en el país antes de que estallará la crisis internacional, debido a los "desequilibrios" acumulados durante los años de bonanza.

Entre estos, citó la excesiva duración del boom inmobiliario, el persistente diferencial de precios y costes con la zona euro, que lastra la competitividad, y el elevado endeudamiento de familias y empresas, que hacen a España más vulnerable por su necesidad de financiación exterior.